TE QUIERO, CON ACERO Y CORAZÓN...
Yo vengo de donde baja el río,
y vengo avanzando al futuro con campesinos,
yo nací entre la hierba, de esa palabra monte,
y creo que nací gritando para celebrar la vida,
y pienso que celebro la vida para atrincherar la muerte,
aunque a veces tu método distancie de mi ideología,
y mi ideología de tu método, puedo comprenderte,
mas sin embargo defiendo a los hombres que nacen
de donde fugaz se abalanza el amanecer de esta patria,
te quiero en la inmensa avanzada, y en el oscuro cielo,
he de decirte mi lucero, que es mi futuro el acero,
mas me pregunto, cuanto han de vivir estos momentos,
en que tu juntas tus manos con mi cuello,
y con esta misma alegría observo el porvenir del pueblo,
juro con este fervor, revivir en cada recuerdo,
esta lucha no es obstáculo alguno para amar,
contrariamente de la lucha nació este sentimiento,
de verte levantar contra la injusticia,
de verte llorar de rabia contra los asesinos,
de verte encapuchada defendiendo tu dignidad,
de recordarte con machete por el camino real,
de acerarte el corazón cuando ha de ser estratégico,
y de esconderme en tu cambuche cuando es táctico,
coherente, con sencilla verdad, con absoluta razón,
de quererte sentada en una silla esperando taciturna
que aparezca entre cualquier poste como centinela,
en el combate del amor contra el miedo,
de la verdad contra el engaño, en la palabra claro,
de la sinceridad contra el silencio, en la mirada,
he de cambiarte poemas, besos y risas
por tus audaces manos combatientes,
fundidas a aquel trozo de metal con el que me salvas,
allá en la selva, cual promesa tierna,
tus pies fríos, fraguando como encender fuego,
tan anónima, tan ausente, tan reservada, tan inteligente,
autora intelectual de este compromiso eterno,
guerrera del amor entre el libro, y el fusil,
entre tu vida, madriguera, trinchera, y el ave de muerte,
que desesperada intenta dañar tu corazón, tu amor,
han pretendido pervertir tu nombre descalificando tus actos,
te han puesto seudónimos, y apellidos, "alias"
y aun así mujer, hija de estos tiempos, vestigio de la historia,
caminan con tus besos, tus pasos, y tus balas, las victorias,
he de cambiarte en los días que sean pertinentes,
tus años de vida y combate en esta guerra necesaria
por una florecita sonriente de esperanza y gratitud,
amante silenciosa de la montaña, a un segundo de la ráfaga,
son tus ojos eternos cielos, y tus palabras duras hazañas,
mi plan sera vivir contigo en una cabaña junto al río,
sembrar en este campo alimento para los que amamos,
un cielo para los niños, construiremos una silla para los ancianos,
de nuevo nos sumaremos a la batalla en el bosque,
contra la ciudad asfixiante, de la empresa y el monopolio,
del imperio del terror contra la justicia social,
y pintaremos un cuadro con un negro de labio herido,
crearemos un cine para hacer de la realidad una atracción,
porque este corazón sabe, así como la historia replica
sobre la bandera con la cual te arropas en tu sueño,
que nacimos en el amor para vencer, y no para ser vencidos...R.R.(APL)
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